¿Qué es una casa pasiva o passivhaus?

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que es una casa pasiva

Imagina que vives en una casa confortable y moderna, sin corrientes de aire ni cambios de temperatura de una habitación a otra y, lo mejor de todo, sin tener que pagar apenas calefacción ni aire acondicionado. Probablemente suena demasiado bueno para ser cierto, pero estas agradables condiciones son la norma para la gente que vive en una casa pasiva.

En los últimos años se está produciendo un creciente interés por la construcción de casas pasivas debido, fundamentalmente, al aumento continuado del precio de la energía y a la mayor concienciación ciudadana sobre el agotamiento de los recursos naturales.

El término passivhaus se acuñó en Alemania en los años 80 y en 1991 se construyó el primer edificio passivhaus en Darmstadt (Alemania). En España la demanda de casas pasivas está aumentando, existiendo en la actualidad entre 160 y 170 edificios pasivos.

Pero ¿qué son las casas pasivas? Una casa pasiva o passivhaus es una vivienda construida para mantener unas condiciones excelentes de confort en su interior, de tal forma que puede prescindir del uso de los sistemas de calefacción convencionales y asegurar unas excelentes condiciones higiénicas y de calidad de vida.

Vivir en una casa pasiva no solo permite ahorrar energía, sino que, además, es muy saludable debido a la renovación inteligente del aire que circula en la casa y a la elección cuidadosa de los materiales ecológicos de construcción de modo que no causen impacto en el medio ambiente.

Principios básicos del estándar passivhaus

Ahora que sabes qué son las casas pasivas, vamos a agrupar sus características más significativas en cinco aspectos:

  • Aislamiento térmico. En las passivhaus se emplea un mayor espesor de aislamiento térmico que en los edificios convencionales. Este protege tanto del frío como del calor y puede llegar a reducir la demanda de energía hasta un 90%
  • Ausencia total de puentes térmicos. Un puente térmico es cualquier parte del cerramiento del edificio (fachada, cubierta, ventanas, etc.) en la que la resistencia térmica cambia de un modo significativo. Favorecen la transmisión de la temperatura del exterior al interior del edificio -lo que causa grandes pérdidas de energía-, aumenta la producción de mohos y con frecuencia son responsables de las condensaciones superficiales que se producen en el interior de nuestra vivienda en invierno. La ausencia total de puentes térmicos evita este trasvase de la temperatura del exterior al interior conservando, por tanto, la temperatura interior del hogar
passivhaus que es
  • Ventanas y puertas que aseguren una protección elevada. Los huecos de los edificios son los elementos más débiles en toda edificación. Los materiales escogidos, la orientación -aprovechando al máximo el entorno- y el montaje adecuado son cruciales para que el rendimiento sea óptimo.
  • Ventilación mecánica con recuperación del calor. Tiene como función controlar la calidad del aire interior.  Este sistema suministra aire fresco filtrado al edificio sin crear corrientes y sin exigir una demanda excesiva a sus sistemas de calefacción y refrigeración. Recupera la energía térmica del aire interior y la reutiliza para acondicionar el aire fresco exterior a medida que entra en el edificio.
  • Estanqueidad del edificio. Se consigue con un aislamiento exterior del edificio que bloquee las corrientes de aire no deseadas. En un edificio convencional las corrientes se cuelan a través de juntas abiertas o ventanas, por tanto es necesario que el edificio cuente con una envolvente hermética adecuada.

Criterios que ha de cumplir un edificio para ser considerado una casa pasiva

El Passive House Institute, instituto de investigación independiente cuya sede está en Alemania, otorga el certificado Passivhaus, que es el documento que acredita que la vivienda que lo posee cumple todos los requisitos exigidos por el Instituto para ser considerada una passivhaus o, en términos más sencillos, que es una casa pasiva.

Habitualmente, los edificios que consiguen este certificado son aquellos de obra nueva. Sin embargo, es posible que una vivienda rehabilitada también consiga este estándar, de modo que a la hora de comprar tu vivienda, la posibilidad de obtener un certificado Passivhaus puede ser una cuestión a considerar. Aunque la reforma va a tener un coste, no debes olvidar que una casa pasiva está libre de hipotecas energéticas. En este caso, existe la opción de obtener un certificado EnerPHit, cuyos requerimientos no son tan exigentes como los del certificado Passivhaus.

Los criterios requeridos son los siguientes:

  • La demanda de energía de calefacción o de refrigeración no debe exceder los 15  kWh/m2 al año
  • La energía total a utilizar para todas las aplicaciones domésticas (calefacción, agua caliente y electricidad doméstica) no debe superar los 60 kWh/m2 al año
  • Los niveles de hermeticidad deben situarse por debajo de las 0,6 renovaciones de aire por hora
  • El confort térmico debe cumplirse en todas las áreas de la vivienda tanto en invierno como en verano,  pudiéndose superar la temperatura de 25ºC únicamente el 10% de las horas de cada año

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