Hipoteca inversa: qué es y cómo funciona

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A la hora de comprar una vivienda, la mayoría de las personas acude a su banco para solicitar una hipoteca. Un producto por el cual el cliente recibe una cantidad de dinero determinada a cambio de devolverlo mediante una serie de pagos mensuales. Dentro de las hipotecas, hay varios tipos, entre los que se encuentra la hipoteca inversa. Pero, ¿qué es una hipoteca inversa y cómo funciona?

Hay diferentes elementos que conforman una hipoteca. En primer lugar, la cantidad de dinero solicitada por el usuario. Asimismo, también hay que contar con el interés, que se corresponde con el porcentaje extra que hay que pagar por la concesión del préstamo. Por último, habría que mencionar el plazo máximo de devolución y la garantía hipotecaria.

Qué es una hipoteca inversa

Una hipoteca inversa es un tipo de préstamo que te concede la entidad bancaria a cambio de tu vivienda. De esta forma, la persona no pierde su propiedad y la podrá seguir utilizando hasta su fallecimiento. Un crédito, eso sí, que se le concede a aquellas personas que sean mayores de 65 años, sean dependientes o acrediten un grado de discapacidad del 33% o superior.

Lo que se hace con la hipoteca inversa es convertir en dinero el valor de la vivienda. El propietario, en ningún momento, pierde la titularidad de la misma. No será sino hasta el fallecimiento de este cuando el inmueble pase a ser propiedad del banco, a excepción de aquellos casos en los que los herederos del propietario paguen la cantidad total de la hipoteca inversa.

La hipoteca inversa, en resumen, es un producto que está especialmente diseñado para que el propietario de la vivienda pueda rentabilizar su casa y aumenten sus ingresos después de la jubilación.

Cómo funciona la hipoteca inversa

Una vez que sabes qué es una hipoteca inversa, queda conocer cómo es su funcionamiento. Algo que resulta muy sencillo si lo comparamos con las hipotecas convencionales:

  • En una hipoteca tradicional, el cliente le paga al banco mediante una serie de plazos mensuales.
  • En la hipoteca inversa o revertida, es la entidad bancaria la que le paga al cliente. Una cantidad, no obstante, que se recibe contra la amortización acumulada sobre la hipoteca de la vivienda.

¿Qué quiere esto decir? Pues que el propietario conserva la titularidad de su casa, pero en lugar de tener que hacer frente a los plazos de cada mes de la hipoteca, recibe una especie de adelanto sobre una parte de la amortización acumulada sobre la hipoteca de la vivienda. Este dinero no se devuelve mientras el propietario siga viviendo en la casa. Será tras su fallecimiento cuando el cónyuge o los herederos pagarán el préstamo.

Tipos de hipoteca inversa

Hay diversos tipos de hipoteca inversa a tener en cuenta. No obstante, los tres más habituales son los siguientes:

  • Hipoteca inversa temporal: el banco entrega al propietario el importe de la hipoteca fijándose una fecha de vencimiento para la devolución de los fondos.
  • Hipoteca inversa vitalicia: la cantidad ofrecida al propietario es menor que la anterior, pero se lleva a cabo durante el resto de su vida; cuando fallezca, los herederos tienen que devolver el préstamo.
  • Hipoteca inversa de disposición única: el banco paga en un solo plazo el valor total de la hipoteca.

Ventajas de solicitar una hipoteca inversa

La principal ventaja de las hipotecas inversas es que el beneficiario recibirá un ingreso por su vivienda sin tener que pagar ningún tipo de impuesto a cambio. Durante este tiempo, el cliente puede seguir utilizando su vivienda habitual. Una excelente opción, por tanto, para reactivar la economía sin tener que vender o alquilar la propiedad.

De hecho, el propietario no tiene que preocuparse de pagar el dinero o perder su casa, ya que la hipoteca solo se ejecuta con el fallecimiento de este.

A diferencia de las hipotecas convencionales, los requisitos para solicitar una hipoteca inversa son escasos: hay que ser mayor de 65 años y disponer de una vivienda en propiedad que no tenga deudas activas pendientes. Es decir, el propietario no tendrá que justificar unos ingresos estables ni demostrar una solvencia económica. Tan solo tendrá que demostrar que es capaz de hacer frente a los pagos habituales de la propiedad: luz, agua, comunidad, seguros, teléfono, etc.

Por otro lado, los ingresos que se perciben a partir de este tipo de hipoteca están exentos de su tributación en el IRPF.

En definitiva, la hipoteca inversa es un producto que merece la pena contratar en función de cada persona. Especialmente en aquellos casos en los que la situación económica del propietario no es la más solvente. De esta forma, se consigue complementar los ingresos de la jubilación y se eliminan los posibles riesgos de perder la vivienda.

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