¿Quién debe pagar los gastos de notaría en una compraventa?

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quién paga gastos de notaría en una compraventa

Al comprar o vender una propiedad, uno de los aspectos clave a considerar son los gastos de notaría. Estos gastos, que forman parte de las gestiones legales necesarias para formalizar la compraventa, pueden generar dudas tanto en el comprador como en el vendedor. Es importante conocer quién es responsable de asumir estos costes y cómo se distribuyen según la normativa vigente en España.

¿Qué son los gastos de notaría en una compraventa?

Los gastos de notaría son aquellos que se generan por la intervención de un notario en el proceso de compraventa de un inmueble. El notario es el encargado de dar fe pública de la operación, asegurándose de que el contrato se ajusta a la ley y de que las partes involucradas conocen y aceptan las condiciones del mismo. Entre sus funciones también se incluye la redacción y autorización de la escritura pública de compraventa, un documento esencial que formaliza el cambio de propiedad.

Estos gastos varían en función del valor de la propiedad y de la complejidad de la transacción. Además, suelen incluir la expedición de copias autorizadas de la escritura, que son necesarias para inscribir la propiedad en el Registro de la Propiedad y para que tanto el comprador como el vendedor dispongan de una copia legal del acuerdo.

¿Quién paga los gastos de notaría?

En España, la normativa establece que los gastos de notaría pueden ser asumidos tanto por el comprador como por el vendedor, dependiendo del acuerdo al que lleguen ambas partes. Sin embargo, en la práctica es común que el comprador sea quien asuma la mayoría de estos costos.

Tradicionalmente, el comprador suele hacerse cargo de los gastos asociados a la primera copia de la escritura pública, que es la que se inscribe en el Registro de la Propiedad. Esto incluye tanto la redacción del documento como las copias necesarias para su inscripción. Por su parte, el vendedor puede ser responsable de pagar los gastos relacionados con la cancelación de hipotecas o deudas pendientes que afecten a la propiedad, si las hubiera.

Es importante destacar que, aunque esta es la forma más frecuente, las partes involucradas pueden pactar diferentes acuerdos. Por ejemplo, en algunas ocasiones el vendedor puede ofrecerse a cubrir parte de los gastos de notaría como parte de la negociación de la compraventa, especialmente si esto facilita el cierre de la operación.

Distribución de otros gastos relacionados con la compraventa

Además de los gastos de notaría existen otros costes relacionados con la compraventa de un inmueble que también deben considerarse. Estos incluyen el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en el caso de viviendas nuevas, los gastos de gestoría, la inscripción en el Registro de la Propiedad, y las posibles comisiones de agencia inmobiliaria.

Generalmente, el comprador es quien asume el pago del ITP o del IVA, así como los gastos de inscripción en el Registro de la Propiedad. El vendedor, por su parte, es responsable de abonar la Plusvalía Municipal, un impuesto que grava el aumento del valor de los terrenos de naturaleza urbana desde la última transmisión.

La gestoría es otra entidad que puede intervenir en la compraventa, encargándose de tramitar la documentación necesaria y de inscribir la escritura en el Registro de la Propiedad. Aunque los servicios de gestoría no son obligatorios, en muchas ocasiones los compradores optan por contratarlos para facilitar el proceso. Los gastos de gestoría suelen ser cubiertos por el comprador, aunque también pueden negociarse.

Consejos para evitar malentendidos en la distribución de los gastos de notaría

Para evitar malentendidos o sorpresas desagradables durante el proceso de compraventa, es fundamental que ambas partes discutan y acuerden por escrito quién asumirá cada uno de los gastos asociados. Este acuerdo debe quedar reflejado claramente en el contrato de arras o en la escritura pública de compraventa.

En algunos casos es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho inmobiliario, quien podrá revisar el contrato y asegurarse de que todas las cláusulas están correctamente redactadas y que las responsabilidades de cada parte quedan bien definidas. Esto es especialmente importante en compraventas que implican condiciones especiales o cuando una de las partes no está familiarizada con la normativa española.

También es conveniente que el comprador solicite un presupuesto detallado al notario antes de firmar la escritura, para conocer con antelación la cuantía exacta de los gastos de notaría y otros costes asociados. Esto permitirá una mejor planificación financiera y evitará posibles problemas de liquidez al momento de cerrar la transacción.

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