¿Cuáles son las principales normas de las piscinas comunitarias?

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Cada vez es más frecuente el uso de las piscinas comunitarias, y ya no solo las que disfrutamos cuando nos vamos de vacaciones, sino que cada vez vemos más piscinas de este estilo en Comunidades de Propietarios. Pero ¿conocemos la normativa de las piscinas comunitarias? ¿Cómo tenemos que comportarnos?

Parecen unas preguntas fáciles de responder a priori, pero no todo el mundo sabe realmente las normas que hay que seguir y es por ello que te traemos una pequeña lista con las principales reglas a tener en cuenta para usar correctamente una piscina comunitaria.

Quién pone las normas de una piscina comunitaria

Aunque cada Comunidad de Propietarios puede (y debe) crear unas normas internas de uso, todas las piscinas comunitarias deben de cumplir con unos mínimos de salubridad y seguridad establecidos en la ley.

Reglas mínimas exigidas por ley

Un aspecto fundamental en toda piscina es que el agua esté limpia y cuidada, y es por ello que la ley establece unos sistemas homologados para depurarlas y limpiarlas por personal cualificado que pueda comprobar el estado del agua y mantenerla correctamente, haciendo lo requerido cuando sea necesario.

También encontramos unos mínimos con respecto a la seguridad, como puede ser el hecho de que la piscina no puede tener más de 3 metros de profundidad y la necesidad de que el perímetro esté fabricado con material antideslizante con el objetivo de evitar accidentes y que los usuarios gocen de la mayor seguridad posible.

En cuanto a la higiene, es obligatorio pasar por la ducha antes de sumergirte en la piscina comunitaria. Para ello, es necesario que la Comunidad de Propietarios instale las duchas necesarias. La cantidad de duchas que deben estar disponibles dependerá del número de usuarios que tenga la piscina y del aforo establecido.

Por regla general está prohibido el acceso de los animales a estas piscinas, pero sí que es posible que los propietarios acuerden otra cosa. Por ejemplo, es muy usual que se permita el paso de éstos por la piscina para llegar a otras instalaciones, o incluso que puedan estar en los alrededores aunque sea atados y en compañía siempre de su dueño/a.

Estas son algunas de las normas de piscinas comunitarias mínimas que encontramos en la ley y que deben cumplirse sí o sí, pero la regulación no acaba aquí: la Comunidad puede imponer sus propias reglas internas de uso y, de hecho, es lo más habitual.

Aspectos que puede regular la Comunidad de Propietarios

Además de los mínimos de la ley, como hemos dicho, es recomendable y muy usual que las Comunidades de Propietarios establezcan una normativa de uso interno para facilitar la convivencia en la piscina y evitar altercados y posibles conflictos entre los vecinos.

En esta normativa pueden tratar multitud de aspectos: horarios de apertura y cierre, aforo, uso de colchonetas, horario del socorrista, máximo de invitados por propietario, acceso a los eventos que se puedan llevar a cabo en la piscina comunitaria, prohibición de reserva de hamaca, etc. Eso sí, todas las reglas que quiera la Comunidad que se cumplan deberán estar visibles para los usuarios tanto en la entrada a la piscina como dentro del mismo recinto.

Socorrista: ¿es siempre obligatorio?

Aunque siempre es recomendable tener un socorrista para evitar accidentes, la realidad es que no siempre es necesario contar con uno en una piscina comunitaria. La obligatoriedad va a depender de la normativa autonómica a la que se vea sometida la piscina. Ello, sin embargo, no quita que haya unas normas de piscina comunitaria sin socorrista y que se tengan que cumplir igualmente por los usuarios.

De todos modos, si se decide poner un socorrista (bien por voluntad o porque es obligatorio en ese territorio), debe estar cualificado y velar en todo momento por la seguridad de los usuarios.

Normas sociales de uso 

Para acabar, nunca está de más hablar sobre otro tipo de normas que no siempre se siguen por todos: las reglas cívicas para lograr una buena convivencia y evitar conflictos. 

En todos los espacios comunes, y por supuesto también en las piscinas comunitarias, debe primar el respeto por los demás usuarios: por su espacio personal y sus pertenencias, evitar poner música alta, generar mucho ruido que pueda molestar a los demás o cualquier otro comportamiento.

Las piscinas comunitarias son un espacio donde disfrutar, refrescarse y pasar un buen rato con familias y amigos, por lo que se ha de hacer lo posible para que haya un ambiente sano y agradable entre todos.Ahora que ya conoces las principales normas de uso de las piscinas comunitarias, nada te impide disfrutar del verano haciendo un uso responsable de ellas y animando a los demás a que también lo hagan.

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