¿Qué gasta más: bomba de calor o radiador eléctrico?

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Qué gasta más: bomba de calor o radiador eléctrico

En época de invierno es normal que se busquen todas las maneras posibles de estar calentito en casa, desde las tradicionales mantas hasta suelos termoeléctricos, pasando por lo más popular como radiadores y aires acondicionados con bomba de calor. No obstante, además de tratar de minimizar el frío, hay otra preocupación adicional: ¿qué gasta más: bomba de calor o radiador eléctrico? Hay algunas características que permiten hacer ese cálculo. 

Bomba de calor o radiador eléctrico: ¿Cómo funcionan?

Para responder qué consume más, si radiador eléctrico o aire acondicionado lo primero que hay que tener en cuenta es que los radiadores funcionan gracias al agua caliente que hay en su interior. Esa agua viene de la caldera, ya sea de la vivienda o de la comunidad. No importa si funciona con placas solares, con gas, con energía eléctrica.

En cambio, una bomba de calor es un aire acondicionado que invierte su función y en vez de sacar aire frío, expide aire caliente. Incluso merece la pena también preguntarse qué consume más, un radiador de aceite o aire acondicionado.

En el caso de los radiadores, el gasto proviene por el sistema para calentar el agua y así expulsar el aire caliente. La calefacción o el radiador eléctrico es más costosa (la de gas es más barata que la eléctrica y si la manejas bien puede ser igual de segura). Una alternativa más económica, pero poco común, son las placas solares, ubicadas en los techos para calentar el agua de la caldera. 

¿Qué consume más entonces, un radiador eléctrico, de aceite o aire acondicionado? Sin duda, las bombas de calor son la opción más económica, consumen menos energía y funcionan perfectamente para estas temporadas. Además ¡son seguras! Otra ventaja de este sistema es que se genera calor de manera casi instantánea, es decir, la vivienda (o la habitación) estará caliente en poco tiempo, mientras que un radiador tardará más. Si el aire está en buenas condiciones, el ahorro energético (traducido en dinero) puede ser de unas 4 veces, comparado con algunos radiadores eléctricos

De todos modos hay algo que es básico si no quieres tener las facturas por las nubes, y es tratar de tener una temperatura adecuada sin exagerar en los grados. Lo ideal es tenerla entre 18 y 22 grados. Si te excedes, no será conveniente ni para ti ni para el aire en el hogar, pues se sentirá un aire reseco o pesado, lo que a la larga puede traerte dificultad para respirar o incluso alergias. 

¿Cómo utilizar la bomba de calor?

Antes de explicar cómo usar la bomba de calor, es conveniente tener presentes algunas ventajas comparada con los radiadores a la hora de escogerla:

qué consume más, si radiador eléctrico o aire acondicionado
  • Los radiadores son más prácticos a la hora de calentar la casa de manera homogénea. Aunque tardan más en conseguirlo, se hace en todas las habitaciones por igual. Esto no pasa con la bomba de calor, que calienta la habitación en la que está instalada.
  • Los radiadores necesitan poco mantenimiento, aunque hay que purgarlos una vez al año.
  • Los sistemas de bombas de calor se pueden usar en verano o en invierno según la necesidad. Esto supone un ahorro, ya que con un solo aparato se pueden mejorar dos ambientes.
  • La bomba de calor consume hasta un 78% menos que un radiador eléctrico convencional. 
  • Mejoran la calidad del aire. Gracias a los filtros con los que cuenta el aire acondicionado con la bomba de calor se puede mejorar la calidad de este y permite que el aire circule.
  • Instalación única. Se ahorran costes, tiempo y espacio al tener dos aparatos en uno (aire acondicionado y bomba de calor). También son de fácil instalación.

En todo caso, lo recomendable con la bomba de calor es que la revises cada año para comprobar que su funcionamiento sea correcto. Comprueba la eficiencia para calentar la habitación, si enfría y calienta rápidamente y con temperatura constante.

Si te decides a usar bomba de calor este invierno, hay algo fundamental que debes tener en cuenta: con cada grado de más, tu incremento será de un 7% más o menos. Además, por encima de la temperatura recomendada (22 grados) el ambiente se reseca.

También es importante que el aire acondicionado expulse el aire hacía el suelo, así se previenen daños en el techo y se logra que caliente mejor. Muy importante es que no dejes secar la ropa bajo el aire acondicionado, pues si lo haces aumenta la humedad y por ende el consumo energético. Con este, el valor de la factura. 

Como consejo vale la pena que tengas en cuenta la ventilación de las habitaciones. Si bien esto es fundamental hacerlo a diario, intenta que en invierno no dejes abiertas las ventanas por más de 10 minutos, pues es el tiempo justo para que el aire circule sin enfriar la habitación. Las ventanas ábrelas a medio día y evita tenerlas abiertas en la noche, donde entrará frío.

Recuerda que la bomba de calor es una solución perfecta para cubrir la necesidad de calor en una vivienda. Además, tiene un importante componente ambiental en lo que tiene que ver con tecnología, energía renovable y eficiencia energética.

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