Usos del suelo: ¿qué tipos hay?

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El Plan General de Ordenación Urbana de cada municipio es el documento colectivo que establece el tipo de suelo y el uso que se le va a dar, todo en función de las características del propio suelo y de las edificaciones que se van a construir en un lugar determinado. Es por esto por lo que los usos del suelo pueden ser muy variados dentro de una misma población.

Precisamente, en cada municipio puede existir una terminología y una clasificación del suelo diferente. No obstante, se puede definir siempre el uso del suelo según la finalidad a la que se destine dependiendo en buena medida de las características y actividades que se vayan a llevar a cabo en él.

Tipos de usos del suelo

Dentro de una misma ciudad o entidad de población podemos encontrarnos con diferentes tipos de usos del suelo. Algunos suelen ser más comunes que otros pero, por lo general, los que mencionamos a continuación son los que se emplean en cada municipio. Los suelos industrial, terciario, dotacional, agrícola y residencial son, en este caso, los que aparecen recogidos de manera más habitual en el Plan de Ordenación Urbana de cada lugar.

Suelo industrial

El suelo industrial es uno de los tipos de usos del suelo más habituales. En él se concentran los polígonos industriales, parques empresariales y todo tipo de fábricas e industrias en general. Suelen ser terrenos en un municipio que están especialmente indicados para estas empresas y/o industrias del sector secundario.

Las características del suelo industrial en cada compañía serán diferentes. No obstante, por lo general se tratará de un suelo de tipo continuo. De esta manera, se evita la aparición y la acumulación de suciedad en las juntas. Un suelo que, a su vez, debe ser resistente, manejable y con propiedades ignífugas.

Suelo terciario

Tal y como su nombre indica, el suelo terciario es aquel que se destina especialmente a las actividades del sector terciario. Este aglutina todas aquellas actividades económicas que producen servicios para la población. Estamos hablando, por ejemplo, de oficinas, teatros, edificios administrativos, comercios al por menor, hoteles, aparcamientos públicos y garajes, etc.

No obstante, el Plan de Ordenación Urbana de cada municipio es quien incluirá cada uno de estos servicios dentro de los usos del suelo terciario. De hecho, en algunas poblaciones hoteles, hostales y otros alojamientos de tipo temporal no se hallan dentro de este tipo.

Suelo dotacional

El suelo dotacional es aquel que, dentro de un municipio, se destina para el uso de servicios públicos, colectivos, privados o comunitarios. Por tanto, en él tienen cabida todo aquello que se puede ofrecer en una ciudad: carreteras, hospitales, centros y equipamientos de toda índole, etc.

También se enmarcan aquí todas aquellas zonas que sirvan para el disfrute y el esparcimiento de las personas. Hablamos, pues, de plazas, calles, espacios libres, zonas verdes como parques y jardines, etc. Asimismo, dentro del suelo dotacional se incluyen también los colegios, bibliotecas, polideportivos o centros de salud, entre otros.

Suelo agrícola

Uno de los tipos de usos del suelo más fáciles de distinguir es el del suelo agrícola. En este caso, se trata de un suelo que, por sus características, es el más idóneo para llevar a cabo diferentes actividades relacionadas con la explotación de la agricultura. Es un suelo, en consecuencia, fértil y en el que se puedan realizar y desarrollar diferentes tipos de cultivo.

Por lo general, el suelo agrícola posee una serie de características que le son propias. Por un lado, cuenta con los nutrientes necesarios para el desarrollo de los cultivos. Pero también es un tipo de suelo que posee una textura y una conductividad energética muy diferente con respecto a los otros tipos de suelo existentes.

Suelo residencial

Dejamos para el final el suelo residencial, uno de los usos del suelo más habituales dentro de cualquier municipio. Es el suelo en el que se ubican las viviendas de las personas, ya sean pisos, casas, unifamiliares, chalets, etc. Dentro de esta categoría, cada municipio podrá incluir aquellos elementos que crea oportuno.

Por ejemplo, hay planes de ordenación urbana en los que se incluyen dentro del suelo residencial los alojamientos de tipo temporal (hoteles, hostales, pensiones). También pueden incluirse aquellos otros edificios que sirvan de alojamiento a diferentes comunidades de personas: residencias de ancianos, conventos, etc.

Estos son, en líneas generales, los usos del suelo más habituales y reconocidos dentro de un municipio. Cada uno de ellos presenta una serie de características diferentes que lo hacen único y genuino, características que, en la mayoría de los casos, suelen ser muy similares. El óptimo equilibrio y la convivencia de todos ellos son los dos aspectos que hacen posible que cada ciudad o cada pueblo sea más o menos habitable.

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